El otro día me llamó mi hermano para darme la buena noticia de que ha encontrado un local en el que abrir su restaurante, así que la superdieta tendrá que esperar un par de semanas.
El local está muy bien pero hay que arreglar alguna cosilla y ponerlo un poco a su gusto así estamos haciendo algunos trabajillos de bricolaje. El primero será retapizar las sillas. Estaban tapizadas con una tela que ya estaba bastante fea, sucia y ajada, pero la madera estaba bien, solo tenemos que encolar alguna de ellas. Este es el aspecto inicial.
Estas son las herramientas que necesitaremos.
El primer paso es desmontar el asiento.
La tela estaba puesta encima del skay original. Además de ajadas estaban bastante mal tapizadas, intentaremos hacerlo mejor.
En primer lugar quitamos todas las grapas. Intentamos sacar la tela entera para utilizarla de plantilla para el próximo tapizado, aunque en este caso, como estaba algo mal cortada solo la hemos utilizado para orientarnos.
El skay y el relleno estaban en buen estado así que los hemos dejado. Lo que sí hemos hecho ha sido fregarlo muy bien antes de poner la tela nueva.
Una vez limpio lo presentamos en la tela nueva cortada a la medida.
Empezamos grapando uno de los lados por el medio. Hacemos un dobladillo para que sea un poco más resistente. A mi me gusta poner las grapas un poco inclinadas para que se sujete mejor.
Después grapamos el lado contrario a la misma altura tensando un poco la tela. Luego hacemos lo mismo con los otros dos lados. Una vez sujeta la tela con las 4 primeras grapas aseguramos los cuatro lados hasta llegar a las esquinas.
Para grapar las esquinas estiramos de la tela procurando que no haga pliegues en la parte vista. En este caso ha sido fácil encajar la tela pues era un poco elástica y no muy gruesa. Al ser fina no ha hecho falta rebajar la tela en los pliegues, si hubiera sido más gruesa podríamos haber hecho unos cortes para descargar un poco de tela esa parte. Lo aseguramos en varios puntos con varias grapas.
Este es el resultado. Lo más importante es que consigamos que no salgan arrugas y que no quede demasiado tirante la tela o se podría romper con el uso. Para hacer un buen remate podemos poner otra tela un poco más pequeña que el tamaño de la base cubriendo la madera y las grapas, nosotros lo hemos dejado con la madera vista.
Esta es la silla terminada. Simplemente con un cambio de tela y un buen fregado tiene un aire completamente diferente. Ahora sólo tenemos que hacer lo mismo con otras 39 sillas más.
B.J.D.