Hay días en los que me surgen pequeñas necesidades y procuro solventarlas de inmediato. Es lo que me pasó ayer cuando me puse a dibujar. Tenía todas las pinturas en una bolsa y necesitaba un buen portalápices para tenerlas recogidas y a la vista cuando las necesite, así que aproveché que nos habíamos comido un bote de piña para convertirlo en un contenedor chulo para mis Alpino.
Lo primero de todo es lavar y secar bien el bote, quitarle la etiqueta y decidir con qué lo vamos a forrar. Yo elegí una tela que ya tenía y que me gusta un montón, en otra ocasión lo haremos con otros materiales. Cortamos el trozo de tela a la medida exacta para poder tapar toda la lata.
Ayudándonos con un pincel o brocha cubrimos la superficie de la lata con una capa uniforme de cola blanca o Alkil. Yo he utilizado cola blanca sin diluír.
Una vez encolada la lata entera pegamos la tela con mucho cuidado de no manchar el derecho de cola y procurando que quede perfectamente lisa. En el final hacemos un dobladillo y le añadimos un poco más de cola para que quede bien pegado.
Dejamos que se seque y, con una pistola de cola caliente, vamos pegando el remate en los bordes superior e inferior de la lata, tapando así el corte de la tela.
Limpiamos los restos de cola que pudieran quedar y ya tenemos nuestro portalápices forrado de tela.
Ya tengo a mano todas mis pinturas :).
B.J.D.